Cuando nos referimos al desafío político de los separatistas catalanes, es fácil dejarse llevar por la mala uva, y, para no hacerlo, es conveniente recordar que ese puede ser su objetivo, de manera que no deberíamos hacer un esfuerzo excesivo en facilitarlo. En mi opinión, hay unas cuantas cosas que deberíamos tener claras:
1. La política seguida desde los inicios de la transición con respecto al nacionalismo, no ha producido los efectos deseables, luego hay que cambiarla.
2. No es fácil porque, en buena medida, esa política fue también la del franquismo: mucha retórica contraria, pero un fantástico trato económico y fiscal, también con los vascos.
3. El nacionalismo, es, sobre todo un negocio de poder basado en un objetivo absurdo e inalcanzable, con la ventaja adicional de que, si les saliera, también se lo iban a pasar bien los padres de la patria. O sea, un win-win contra el que hay que enfrentarse con mucha inteligencia estratégica, con determinación, con serenidad y con el amparo de la ley y del buen sentido.
4. Los principales perjudicados del nacionalismo son la mayoría de la población, por un doble motivo; en primer lugar porque se trata del negocio de una minoría política archicorrupta, peor que la media española y ya es mucho, y, en segundo lugar porque supone convertir en ciudadanos de segunda categoría a la mayoría de los españoles que allí residen.
5. No se olvide que el Estatut inconstitucional y vigente fue votado por poco más del 30% del censo. No olvidemos las matemáticas, que están de nuestra parte.
6. La lógico es que el PSOE abandone pronto su demencial ceguera: un PSOE sin Cataluña ni el País Vasco jamás ganaría en España y no parece que ese sea el objetivo, por más que sean especialistas en el juego del gallina.
Como propina a los que hayan tenido la paciencia de llegar hasta aquí, les recomiendo este estupendo artículo de una diputada de UPyD, y otro de José García Dóminguez: son dos perspectivas complementarias, optimistas y que no debemos olvidar los patriotas españoles, Cataluña incluida.
Motorola y cierra España
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