Cosas que no debiéramos saber y que no deberíamos pensar

El blog de Arcadi Espada, siempre interesante, es hoy realmente revelador. Arcadi vuelve a meter la mano donde no debiera y, claro, resulta que se difuminan los perfiles entre el nacionalisme y el negoci (no sé si se escribe exactamente así, pero me sirve para que me entiendan) con un tipo de cosas que no se cuentan en la prensa. ¡Faltaría más! No seamos injustos con los catalanes, no les machaquemos, como diría Laporta; estas cosas pasan en todas partes, aunque casi nadie sepa hacerlas con la complicidad virtuosa con que se hacen en la pomada catalana. ¡Pobre Millet! Corre el riesgo de ser confundido con un chorizo de la Faes cuando ha ejercido la más delicada de las misiones patrióticas, catalanas of course, sin apenas hacer ruido!

Por analogía me da por pensar en las almas tiernas que se preocupan por el destino de Gallardón tras su ¿fracaso? en Copenhague. Siempre hay gente con capacidad de conmoverse cuando se asiste al final de una gesta y se acepta impávido la derrota, injusta por supuesto. La lástima es que haya almas mezquinas que se pregunten por la contabilidad, por los verdaderos motivos, que lleguen, en su perversidad, incluso a sugerir que no san estado tomando el pelo, y pagando. Esa clase de pensamientos torcidos son los que en Cataluña se proscriben con rara eficacia, y así se hace país.

¿Será por pensar? Hoy disponemos de auténticas máquinas que nos lo dan todo hecho, que desmenuzan cualquier simpleza en toda su infinita complejidad, de modo tal que, tras pasar por ellas, no tengamos otro remedio que ponernos a hacer agotadores e inacabables sudokus morales. Antes de que Google, o alguien así, lo inventara, estas máquinas ya estaban en la nube. El post de Alejandro Gándara Todo sobre Polanski hace un muestreo casi exhaustivo del género, aplicándolo a un tema candente, a la moral de los artistas y su discutible enjuiciamiento por la plebe. Es lo que siempre pasa con el arte, que tiene algo de inefable, como la política catalana.

Como no hay dos sin tres, lean por favor, este post de Punset: ¿De verdad somos iguales ante la ley? No es ciencia, ni imaginación; es profecía y experiencia.