Aviso de navegantes

Los blogs o bitácoras, bello nombre que se ha perdido para esta ocasión en aras de lo global y de lo breve, son, en su mayoría, mensajes de náufragos en una botella que, con suerte, acaban en las manos de algún desconocido que no sabe muy bien qué hacer con ellos, y, en muchas ocasiones, apenas los comprende. Sin embargo, como el mar está lleno de estas botellas, al final resulta que es posible sacar sustanciosas informaciones de este confuso y abigarrado cigarral.

La Blogosfera hispana se encuentra en plena ebullición, de manera que se está cambiando, en parte, el sesgo pasivo que mostraba hace unos meses el panorama español de internet: mucho lector, pocos escritores. Abundan los que creen que tienen algo que decir, que pueden salir del anonimato para romper el cerco implacable que ejercen los grandes medios, y eso siempre es bueno.

Uno de los aspectos que más se han discutido en relación con el significado de los blogs es el del papel que jugarán en el futuro, en el panorama de la prensa digital que se cierne como un tsunami inevitable sobre los medios clásicos. Sea de ello lo que fuere, el hecho es que muchos de los blogs de mayor impacto son la mera transformación de las clásicas columnas de opinión de los medios. Un periódico sería algo así como un barco repleto de autores y haciendo un crucero por los distintos mares temáticos.

Hay, sin embargo, otras dos clases de blogs que aportan mayor novedad: en primer lugar, los blogs de autor, y, los más importantes, los blogs dedicados a una temática. Los primeros tienen grandes dificultades para triunfar fuera del amparo de los grandes paquebotes, pero están ahí para quedarse y anuncian un panorama muy distinto al actual de los medios. Los segundos son los más poderosos, pero, por su propia intención, formarían parte de lo que pudiéramos llamar prensa especializada.

Internet es, hoy por hoy, el reino del no se sabe. No puede ser de otra manera porque es un edificio que se construye sin planos, sin licencias y sin limitaciones de espacios.