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En su estela de admirables aciertos el PP ha conseguido, lo que no es poco mérito teniendo mayoría en el Congreso y dos tercios en el Senado, que el CGPJ esté en manos de sus enemigos, además de que lo han constituido completamente al margen del espíritu constitucional. Se hace el programa del adversario, y se le entrega el poder, es todo un plan, todo menos construir una democracia liberal que podamos admirar, es peligroso. Viernes negro, seguimos innovando
Todo lo que se relaciona con el nombramiento de los miembros del CGPJ ha sido particularmente obsceno. Se ha pasado del erotismo a la más cruda pornografía: son gentes de partido, y serán obedientes obedientes a lo que haga falta, que de eso se trata. La obscenidad no se ocupa ya ni de las apariencias: unos cuantos están familiarmente relacionados con sus padrinos, esposas, primos y demás ralea. Y encima el carota del ministro de Justicia dice que el proceso está dotado de una doble legitimidad. Todo produce un asco profundo, es una burla de la democracia y de todos nosotros que no somos nadie, a ver si nos enteramos. Tecnologías del dinero