Y de Rubalcaba y del PSC. Consiste en que nunca podrá tener mayoría en España sin sus votos de Cataluña, mientras cree que no tendrá suficientes votos en Cataluña si renuncia o debilita su catalanismo. No es un problema tácticamente fácil, pero debería tener una solución que no fuese una chapuza. Es de temer que no sea así y se quede sin posibilidades de ser nada en Cataluña, y absolutamente alejado de cualquier opción en España al haber propiciado con sus vacilaciones y su indefinición el separatismo catalán.
En estas circunstancias, hablar de federalismo es una necedad. Ya somos un estado federal más descentralizado que cualquier otro en Europa. La cuestión no es esa, y Rubalcaba debería saberlo. Por cierto, el PP, si todavía existiese, cosa harto dudosa, no debería beneficiarse irresponsablemente de la debilidad de Rubalcaba en estas cuestiones: el interés nacional debería estar por encima y llevarles a ayudar a Rubalcaba a evitar lo que puede llegar a ser inevitable, pero no inocente. Es lo que haría un partido nacional, pero ¿lo es todavía el PP?
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