[Martin Gardner, Copyright: MFO]
Categoría: filosofía
Un libro
Hace unos días recibí una llamada de un viejo amigo al que no veía desde hace más de treinta años. Pasamos juntos por algunos aprietos, pero la vida nos separó, y gracias a la red, volvimos a encontrarnos. Mi amigo ha tenido una vida larga y llena de iniciativas, y pasé un buen rato escuchando sus reflexiones. Al final, me dejó un libro que había escrito y que me había dedicado cariñosamente. No he dicho que mi amigo se llama Pedro Cañada y que es filósofo, aunque la mayoría de los que le conozcan le tendrán, sobre todo, por un idealista que ha peleado bravamente por las cosas de su tierra extremeña.
Al llegar a casa, le eché un vistazo al libro, con el escepticismo que uno le echa a este tipo de cosas. Luego empecé a leerlo con creciente interés y llevo más de un mes leyendo cada día un poco, como a sorbos. Es un libro de filosofía de verdad, sin academicismos ni cosas pretenciosas, sin un átomo de esa pedantería que para una buena mayoría de colegas es, por el contrario, la esencia del asunto. Aquí, no; aquí, lo que hay es pensamiento de verdad, retazos de una meditación que ha durado décadas, y que se ha destilado en unas páginas cuya única pega es la abundancia de erratas, y el aire descuidado de la edición.
Poco antes de leer el libro de Pedro había estado releyendo una breve selección de textos de Schopenhauer hecha por Andrés Sánchez Pascual, y me di cuenta de que el libro de Pedro no desmerecía en la comparación. Es más benigno que el alemán, y menos sarcástico, pero, como aquél, toca con aparente simplicidad cuestiones que ningún filósofo puede considerar sin emoción.
Por supuesto es un libro escrito para el gran público, aunque el gran público no suele ni enterarse de la existencia de este tipo de libros; los sabios, por supuesto, tampoco. Se lo recomiendo con toda sinceridad, si quieren leer un libro de filosofía veraz, profundo, claro, sin pretenciosidades, y que les ayude a poner sus ideas en cierto orden.
Editorial: Milenio Ensayo, Madrid 2008
Para localizarlo se puede llamar a la editorial 913145125, o escribir un emilio al autor, pedroccastillo@yahoo.es
Sobre la inexistencia (filosófica) y los libros
Un amigo sabio y atento me relata algo sucedido en una admirable universidad madrileña:
«Te voy a contar una historia filosófica sucedida en mi facultad. Hace unos días aparecieron unos carteles en los pasillos del edificio anunciando la próxima una conferencia de Zizek en el salón de actos. Firmaba la convocatoria un colectivo de alumnos de doctorado que editan un anuario filosófico. El día de la conferencia la voz ya se había corrido por todo el campus, y a la hora de la convocatoria el salón de actos estaba lleno de gente. La librería de la universidad había agotado los libros de Zizek. Puntuales, entraron dos alumnos del colectivo, uno de los cuales hizo una presentación panegírica del filósofo. Cuando terminó, el segundo alumno sacó de una bolsa un magnetofón, lo encendió, y se escuchó una voz que se suponía correspondía a la de Zizek. Unos instantes de duda, gritos de indignación y una salida en masa de los presentes dejaron sola la voz gangosa de la cinta. Los asistentes hicieron cola en la librería para devolver los libros de Zizek. Solo eso».
Por la transcripción.
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