Martillo de herejes

Una de las cosas que muestra, sin que apenas pueda dudarse, el carácter de una sociedad, el auténtico valor de sus gentes, es la gran atención que dedican a los temas realmente importantes. A veces se critica a los españoles por la enorme atención que prestan a temas frívolos como los de la telebasura, pero creo que se trata de una apreciación injusta. Ha bastado que un político de provincias haya puesto en cuestión con sus palabras uno de los grandes valores de nuestra civilización para que el país entero haya entrado en un estado de casi efervescencia. Ha sido glorioso comprobar cómo de atentos están los españoles a los temas esenciales, a las grandes cuestiones de nuestra época, y siendo ello así, no es de extrañar cómo nos van las cosas. ¡Hispania fecunda, luz de Trento, martillo de herejes!