Hace meses murió mi madre, tras una vida ejemplar. Hoy cumpliría 96 años, pero ya no está con nosotros. Espero con todo mi corazón que pueda seguirnos viendo y cuidando como hizo siempre, y a sus bisnietas, que ahora están en Escocia y que solo llegó a conocer en el vientre materno. Es difícil ser pesimista cuando se ha tenido una madre como la mía, y más difícil todavía renunciar a no verla más. Espero que Dios se apiade de todos nosotros, y nos permita no perder para siempre algo tan valioso y único como una buena madre.
Las mejores apps dan que pensar
Las mejores apps dan que pensar