El Gobierno y la Justicia

Además de la economía, este gobierno debería empeñarse en otras muchas cosas, que es lo que debe hacer cualquier gobierno que no se limite a estar. La Justicia, sin ir más lejos. Ayer Soraya S de S declaró que iban a hacer algo para que casos como el de Marta del Castillo no sean tan normales. A mi me produce auténtico estupor que se pueda razonar en una sentencia del siguiente modo, “el hecho de que D. Miguel (el asesino) no haya dicho dónde se encuentra el cadáver no supone que haya tenido la intención de vejar, envilecer y humillar a los familiares directos de la menor, ya que lo que pretendía con esta vil acción era intentar evitar ser descubierto”, supone un auténtico despropósito, aunque no soy jurista y hablo desde fuera, pero creo que con buen sentido. ¿Encontrará Gallardón al constructor de la Justicia que arregle su estado calamitoso, aunque no sea levantando autopistas o vías de alta velocidad? Los Gobiernos suelen encomendar a gentes que se forran el gastarse el dinero que nos sacan, sin cortarse un pelo, y es de suponer que algo ganan en el trámite. 
Lo dice Ballmer

Sutilezas y favores

La Audiencia nacional ha llevado a cabo uno de esas acciones que califican a nuestra Justicia: demorar, diluir, dilatar, embrollar.. y un sinfín de verbos más que no serían  suficientes para describir bien lo que ha hecho el pleno con un asunto de no poca enjundia. Las expectativas sobre el caso previo indicaban que se pretendía lograr algo que, al final, no ha sido posible, pero si se ha conseguido lo esencial para el interés de quienes lo tienen puesto en este asunto, que no en la Justicia: ganar tiempo, eso que todo lo mata.
El caso Faisán no es un asunto como para sentirse orgullosos, ni me parece un caso ejemplar para ejercer la oposición, quede dicho; pero cuanto ha sucedido es, además de lo que se determine, una chapuza y habría que castigarla. Detrás está lo de siempre, me parece, la no imputabilidad directa de los políticos, algo que debería cambiarse, para poder ir directamente a por ellos, con garantías suficientes, si de verdad queremos hacer una democracia. Nada más escribirlo me doy cuenta de que estoy soñando, pese al sol reluciente de la mañana madrileña. Pedir equidad en un país educado en la yihad es tontería.
Google en el banquillo