Dontancredismo al borde del abismo

La irresponsabilidad de Zapatero tratando de poner por encima de todo sus intereses, y los de su partido, en una situación económica que no admite contemplaciones está batiendo records. Es evidente que el destino de los españoles y de nuestras economías les importa una higa, mientras puedan seguir engañando al suficiente número de personas, a sus víctimas, y protegiendo los intereses de los poderosos con los que se han aliado, y no hace falta señalar. La manera como marean la fecha en la que se modificará el régimen de las pensiones, por ejemplo, y el continuo intento de engañar afirmando que las cosas mejoran son burdas maniobras que irritan en el exterior y que no sirven sino para gravar y hacer más probable una auténtica debacle, una intervención exterior que dejaría el país como estaba en los años cincuenta, por decir algo.
No me asombra tanto su maldad y su egoísmo ciego como la necedad de quienes endosan estas maniobras. La única solución es que este señor y su partido se vayan ya, que convoquen elecciones y que un nuevo gobierno, aunque fuese de ellos, pueda a empezar a tomarse en serio la situación en la que nos encontramos y a tratar de arreglarla, devolviendo la confianza a los mercados y a los que tenemos que emprender cosas nuevas que saquen a España del marasmo en que nos está ahogando el gobierno malhadado de ZP.
Lo siento, no me gusta emplear este tono que se pudiera confundir con el de un radicalismo que repudio y me molesta, pero creo, sinceramente, que no nos merecemos continuar en esta agonía sin esperanza alguna, y que ZP ya solo puede hacer una cosa por nosotros: marcharse.