Todo el mundo sabe que las palabras mudan de significado en función de muchas circunstancias, y, en concreto, de la posición del hablante. Un caso claro es el de Carmen Chacón, que pretende ser la jefa del PSOE y ha dicho ayer que iba a hacer autocrítica, aunque yo lo único que entendí de su discurso es que Rajoy es un tipo perverso, ausente y aprovechado. Se ve que esta señora no quiere que la autocrítica le haga perder electores, y por eso se la aplica al de Pontevedra.
Lo que ocurre con el PSOE es un espectáculo triste, porque da toda la sensación de que ninguno de sus líderes quiere darse por enterado de lo que les ha pasado. Dudo de que exista alguno que lo entienda, pero lo que parece evidente es que no están dispuestos a que sus electores, los pocos que les quedan, puedan llegar a pensar que los socialistas tienen algo que corregir, ellos que son la democracia, la igualdad, la justicia y el progreso. Y, además, buena gente, víctimas de crisis provocadas por individuos perversos. ¿Se puede pedir más?
¿Solo dos tabletas?
¿Solo dos tabletas?