Alejo Vidal Quadras

La salida de Alejo Vidal-Quadras del PP y su anuncio de que se incorporará Vox ha permitido, entre otras cosas, calibrar la absoluta mediocridad intelectual y la bajeza moral de algunos que se tienen por personajes públicos. Aquellos que adoran a su partido como si fuese una divinidad, muestran el escaso aprecio que tienen de la libertad política al criticar a quien se va de sus filas por creer en conciencia que ya no se puede seguir apoyando a un partido que ha perdido el Norte y el sentido. Hacer esto, aunque se pueda estar equivocado, será siempre síntoma de grandeza y de dignidad, mientras que negar la realidad mientras se permanece al abrigo de unas siglas, por el mero hecho de haber significado algo, es muestra de pusilanimidad, de un cálculo de interés,  y de cortedad de miras,  las cualidades que los españoles detestan en los políticos.  Creo, por supuesto,  que personas honradas puedan seguir apoyando al PP, pese a lo que hace, pero no creo en los argumentos que solo muestran la bajeza moral de quien los esgrime, su íntima convicción de no ser nada sin su marca. Son personas que se olvidan de cualquier mirada crítica o inteligente a lo que están haciendo, hábiles  en disfrazar su conveniencia de lealtad,  pero nadie puede ser leal a otra cosa que a ideales, y nunca una mentira descarada y oportunista puede pasar por un ejercicio de valor político, de grandeza. El espectáculo que están dando algunos mediocres atacados de fidelidad perruna a quien los mantiene es de los que gustaría no tener que contemplar, pero el mundo es así. 
Normas tuiteras

Alejo Vidal Quadras, Montoro, Cospedal

Ayer vi una entrevista a AVQ en Intereconomía. Además de estar casi completamente de acuerdo con cuanto dijo, me recordó una escena realmente humillante, la presencia de Montoro, relegado protocolariamente en la toma de posesión de Mas  y ante un retrato del Rey tapado con un sudario negro. Creo que, además de símbolo de muchas cosas nefastas, es una imagen muy certera de hasta dónde están dispuestos a llegar los políticos con tal de seguir en lo suyo.
Es asqueroso, la verdad. Otra escena surrealista es la de la señora Cospedal, recibiendo los elogios de Mariano Rajoy, casi todos verdaderos, salvo alguno, y afirmando que se alegra de que el caso Bárcenas esté en manos judiciales porque así «podremos saber la verdad», como si no la supiera de sobra. En fin, que hacen lo que sea por seguir, pero lo más importante, tomarnos por tontos, e imaginarnos más cobardes todavía que ellos.  
Gafas y relojes

El libro de Alejo

He estado en la presentación del nuevo libro de Alejo Vidal Quadras, cuya adquisición y lectura recomiendo vivamente a todos los optimistas. Tenía interés en saludar al autor y en celebrar lo que dice, pero he de confesar que también tenía ganas de reír, y a fe que lo he conseguido. Alejo es un tipo realmente divertido, irónico, sumamente ingenioso, una auténtica rareza en el panorama político, y, tras el rito de las presentaciones, su intervención ha sido realmente jocosa y atractiva. Hablaré de alguna de las cosas que dice, pero ahora quiero subrayar que Alejo piensa por su cuenta y piensa bien, consigue ser respetuoso y mordaz a un tiempo, cosa que parece imposible hasta conocerle, es, en suma, uno de los pocos españoles que podría dar una charla digna de TED. Es penoso que un hombre tan clarividente esté en una especie de vía muerta de la política, sobre todo teniendo en cuenta la nube de mediocres que hace brillante carrera, pero así son las cosas, y Alejo ha sabido dar siempre, además, muestra de paciencia, de resistencia y de una rara ecuanimidad, señas todas del patriotismo crítico de un catalán, hasta la médula, y de un español admirable y cabal.