El pasado 20 de septiembre dirigimos una carta a la Secretaria General solicitando una reunión urgente de la Junta Directiva Nacional ya que nuestros Estatutos establecen la obligación de convocarla con carácter cuatrimestral. Esta obligación se viene incumpliendo sistemáticamente como muestra el hecho de que en los últimos dos años se ha reunido sólo en dos ocasiones. Aparte de esta razón reglamentaria, le señalábamos la necesidad de un amplio debate en el máximo órgano entre Congresos a la luz de los hechos siguientes:1. El grave incumplimiento del programa con el que el PP se presentó a las elecciones generales y que le proporcionó la mayoría absoluta.2. El recrudecimiento de la ofensiva separatista y la débil respuesta del Gobierno.3. El progresivo deterioro de la imagen del partido a causa de los sucesivos episodios del caso de nuestro ex-gerente y ex-tesorero y las medidas a tomar para solucionar este problema.4. La creciente presión de las bases y el pronunciamiento explícito de destacados dirigentes a favor de la introducción de las elecciones primarias para seleccionar a nuestros candidatos.Transcurridas dos semanas no hemos recibido ninguna respuesta, lo que revela una desconsideración que no creemos merecer en nuestra condición de militantes de larga trayectoria y densa hoja de servicios. En rueda de prensa celebrada el día 23 de septiembre, la Secretaria General, interrogada sobre nuestra petición, se limitó a responder que el sistema de elección de candidatos existente en el PP era muy democrático y que el que quisiera primarias debería esperar al próximo Congreso del partido, previsto para 2015. En cuanto a la convocatoria de la Junta Directiva Nacional, indicó que se haría en breve, sin mayores precisiones.A la vista de la imposibilidad de llevar a cabo un análisis de la difícil situación que atraviesa el partido y el país y de formular propuestas en el órgano adecuado, invitamos a todos los militantes y simpatizantes del PP que tengan interés en participar en un debate sobre estas relevantes cuestiones a una reunión abierta el próximo 17 de octubre en el Hotel HUSA Princesa, Calle de la Princesa 40, a las 19.30 horas.
Santiago Abascal José Luis González Quirós Alejo Vidal-Quadras
Categoría: Partido Popular
El PP baja en las encuestas
Sobre el discurso de Rajoy
El martes, al reunirse el Comité Nacional del PP, existía cierta expectación ante lo que Rajoy pudiera decir. Su discurso pretendió ser efectista, pero resulto decepcionante. Me parece muy poco gallardo amparar el insulto y la agresión de Cobo equiparándolo con una supuesta deslealtad de Aguirre, quien, por cierto, se había limitado a tratar de ejercer sus competencias, para apearse, inmediatamente y por las buenas, de su intención, en cuanto vio que se podía estar causando un mal al partido.
Pero hay otro aspecto del discurso rajoyano que me parece todavía más grave. Resulta que Rajoy no distingue entre su persona y el partido, y eso es mucho confundir. Rajoy, de nuevo sin mencionar, pero refiriéndose a Juan Costa, dijo que “es inaceptable que algún militante de nuestro partido pueda afirmar que no somos alternativa”. Piénsese lo que se piense de Juan Costa, el hecho es que Juan Costa no dijo eso, sino algo muy distinto y perfectamente obvio, a saber, que Rajoy tenía que demostrar que fuese capaz de llevar al PP a la victoria, cosa sobre lo que muchos, dentro y fuera del partido, tienen muy serias dudas.
Es increíble que Rajoy, un hombre de apariencia culta y moderada, cometa un desliz semejante. La verdadera realidad del PP son sus más de diez millones de votantes, no ninguno de sus dirigentes, ni, por supuesto, Rajoy. ¿Pretende don Mariano que creamos a pies juntillas en lo que él hace? ¿Supone que vamos a renunciar a nuestro criterio y a nuestras opiniones únicamente para que él pueda llegar plácidamente a la Moncloa? Rajoy tiene un problema y se está confundiendo en la manera de afrontarlo: me refiero a que algunos se creen el Mesías tras el triunfo, y Rajoy puede empezar a confundirse sobre sus poderes sin haber ganado todavía nada.