El estudiante aplicado, versión 2.0
El duopolio
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El comienzo de la Liga ha puesto en ascuas a los forofos del Real Madrid: un empate en Mallorca, mientras el Barça sigue jugando como los propios dioses no es un dato tranquilizador, especialmente para quienes hayan podido pensar que Mourinho hace milagros al instante. Bien, dejando lo que pueda haber de exceso en estos temores, y confiando en que Mourinho pueda encauzar la situación, es muy probable que el club se encuentre ante uno de los momentos más comprometidos de su historia. Desgraciadamente la larga mano de Florentino ha mecido la cuna madridista desde hace ya diez años, unas veces haciendo, otras no dejando hacer, y el balance es muy poco satisfactorio, en especial si se compara con el de su gran rival. Florentino se ha jugado con Mou su último cartucho: es evidente que una nueva temporada en barbecho pondría a su presidente a los pies de los caballos.
Por descontentos que estemos con la gestión de FP, los verdaderos madridistas deseamos el éxito de Mou y no debiéramos desesperar tan pronto. Me parece que Mou puede enderezar el rumbo errático de la era florentiniana. De no ser así, el futuro del Real Madrid pudiera estar en el aire, así que mejor será que las cosas salgan bien.
El señor Mourinho ha dado ayer una lección, de fútbol, por supuesto, pero una lección que vale para algo más que para ganar partidos. Tal vez me equivoque, pero me parece que lo que hace Mourinho es lo siguiente:
1. 1. Adaptarse a lo que tiene
2. 2. Simplificar los objetivos: ir a ganar
3. 3. Mejorar el rendimiento de su equipo con ideas originales, pero sujetas a los principios 1 y 2
4. 4. Convencer a sus jugadores de que eso es lo que hay que hacer, y tratarlos con rigor y afecto
Como es fácil de ver, se trata de un vademécum que también podría aplicarse a la política, por ejemplo.
El resultado es que ha ganado cuatro títulos en dos años con una plantilla que no envidiarían ninguno de los grandes equipos españoles, que ha conseguido el triplete con el Inter, eso que hizo el Barça el año pasado y que parecía imposible, y que ha ganado dos copas de Europa con equipos que no eran claros favoritos.
Ahora parece que podría venir al Real Madrid. La pregunta es si le van a dejar hacer lo que sabe hacer, o si le tenderán trampas escasamente sutiles. Es posible que el Real Madrid quiera seguir viviendo de la retórica valdanesca, de la inflación florentiniana, del poder de la marca: en ese caso Mourinho no podrá hacer nada y acabará, más o menos, como el segundo Camacho, pero dudo que se deje.
El fútbol profesional es pasto de memeces, pero también la ciencia sufre de esa plaga, por ejemplo; quiero decir que, más allá de las bobadas que se oyen a hora y a deshora, el fútbol profesional es una realidad muy compleja y que hay quien sabe entenderla y manejarla, y quienes no. Mourinho, como Capello, por ejemplo, sabe de esto, y si le dejan trabajar con una plantilla, mejorable pero excelente, como la del Real Madrid, llegará lejos. Al tiempo.